Entrevista a Rodrigo Borrego
Un grupo de edad al límite con la elite.
Hemos entrevistado a Rodrigo Borrego, campeón de España de GE 30-34 y tenedor del mejor registro de todos los participantes.
Pregunta obligada, con esos tiempos conseguidos porque eliges GE y no elite
Ufff, es una pregunta que surge de vez en cuando (a mí el primero) y la verdad es que, con la cabeza fría y de manera realista, no soy capaz de determinar con claridad si “mi sitio” es ahora mismo GE o Élite sino que creo que ando a salto de caballo entre ambos “mundos”.
Para mí, correr en Élite no es sólo cuestión de si eres capaz de “sobrevivir”, que no te doblen, etc. sino que debes ser capaz de ser realmente un Élite y eso implica poder garantizar unos tiempos que requieren ciertas cosas que yo no puedo garantizar (al menos no puedo si no se dan determinadas condiciones que p. ej. me permitan entrenar de una forma medianamente decente y preparar objetivos sin depender del cambios en horarios del trabajo).
No lo veo como dicen algunos como lo de elegir entre el clásico “cabeza de ratón” o “cola de león” sino en el intentar estar donde creo que tengo mi sitio porque, aunque quizá hoy podría “dar el salto”, la situación de ahora no es la que me imagino que tendré de manera habitual sino que se debe a un sobreesfuerzo por la apuesta que he querido hacer este año 2011 con las “excusas” del Cto. de Europa de TRI de Pontevedra y el Cto. del Mundo de DU de Gijón.
¿A que te dedicas ? horario, familia, trabajo…..
Soy Ingeniero Informático (de vocación, desde muy niño) y consultor para más INRI por lo que lo de los horarios es algo tremendamente variable y que prácticamente no me pertenece sino que tengo que amoldarme al proyecto y cliente en el que esté en cada momento.
Esto hace que tenga fases en las que apenas tengo tiempo para respirar (como para plantearme sacar sesiones de entrenamiento) y otras fases en las que puedo conseguir encadenar un tiempo más tranquilo, con horarios decentes y, por lo tanto, entrenar y descansar como está mandado.
Cuantas sesiones dedicas a la semana y como
Depende muchísimo de las posibilidades que me deje el trabajo pero intento hacer algo todos los días, aunque sea una minisesión de carrera a pie (las que llamo de “25’ de carrera a pie de mantenimiento” y que, mal que bien, me permiten mantener un nivel decentillo).
No obstante, creo que puedo dividirlo en dos paquetes: horario de invierno y horario de verano.
Con el horario de invierno y jornada partida (más bien “larguita”), imposible hacer entre semana algo que no sea carrera a pie así que una semana tipo puede ser: lunes a viernes carrera a pie todos los días y el fin de semana, como me gustan las transiciones, pues la sesión típica es la de 30 kms de bici + 40’ a pie y no es raro que la repita sábado y domingo. Si hace bueno, lo mismo hasta “alargo” la bici y no hago la carrera a pie pero, vamos, que difícilmente paso de los 50-60 kms. Es decir, 5-6 sesiones a pie y una o dos de bici, es decir, con suerte, 5-7 horas.
Cuando empieza a ser posible salir con la bici una horita a última hora del día o si hay suerte de coger jornada de verano, ya sí que intento alternar día a pie y día de bici pero no incremento mucho el volumen ni el número de sesiones así que vienen a salir unos números similares. La excepción es cuando se acerca el buen tiempo que si tengo buen horario puedo “aumentar” hasta casi acercarme a las 8-9 horas semanales.
¿Y el agua? Pues lo que puse antes, poco más que cero patatero hasta el año pasado y éste, pues una sesión fija a la semana y algunas semanas dos sesiones.
Ah, el gimnasio… bien, gracias… pero es que no recuerdo la última vez que hice una sesión de pesas… tan sólo alguna que otra de spinning cuando he tenido un gimnasio al lado del trabajo para matar el gusanillo y creo que las podría contar con los dedos de las manos 😀
Sí, sé que todo esto no es muy ortodoxo y que parece un poco caótico pero es lo que hay y prefiero esta versatilidad del poder hacer lo que puedo, cuando puedo y como puedo que el obsesionarme con lo de “hoy me toca…”. Si caen chuzos de punta y hace frío, nada de bici y salgo a correr que además disfruto como un enano y si un día no trabajo por la tarde por la razón que sea, pues aprovecho a salir con la bici aunque lleve dos días seguidos de pedales.
La clave, es la constancia y, como me dijo una vez un amigo, “meter todos los días una monedita de veinte duros en la hucha en vez de meter un día un billete y luego estar tres días sin meter nada”. No hago grandes volúmenes (este año no he pasado de 70 kms en bici y sólo he pasado de 1h a pie un día), tampoco hago grandes tundas de series (no tengo ni idea de a cuánto puedo hacer los miles), … pero es raro el día en el que no hago “algo”.
El otro punto clave es no meter entrenamiento basura porque si hago poco y encima es basurilla pues mal pastel sale de ahí. No es cosa de hacer todo a tope pero tampoco ponerse a rodar sin ton ni son que, en mi caso, no me llevaría a ningún sitio más que a matar el gusanillo de salir a activarme un poco.
Estuviste becado en la Blume de joven, externo, como fue aquello, ¿porqué viniste de Alicante a Madrid ?
Cierto, allá por el 2000, anduvimos por allí un grupillo de jovencitos y diría que fue la primera vez que se juntaba de manera continuada un grupo tan grande de muchachillos triatletoides (además del grupo que ya había).
Llevaba ya unos cuantos años en el triatlón, sin ser ningún crack, pero mejorando poquito a poco y, como se suele decir, apuntando maneras para quizá llegar a ser “buenecillo” (no de Cto. del Mundo pero al menos de los que están ahí dando por saco en las competiciones y con un poco de suerte, a lo mejor hasta para salir “por ahí” a competir alguna vez) así que me lo propusieron y, como se suele decir, ésas son experiencias que no tienen precio y que no se pueden dejar pasar porque son “ahora o nunca” así que me lancé a ello.
Fueron apenas tres años pero es una de las épocas que más me ha marcado en la vida ya no sólo como deportista sino como persona y que ha ayudado a forjar mi carácter y mi forma de ver muchas cosas.
Como todo en la vida, tuvo sus partes buenas y partes no tan buenas pero, sin ninguna duda, si volviera atrás, volvería a tomar la misma decisión y volvería a tirarme a la piscina.
Como Campeón total de GE, que opinas de tantas salidas, es decir el otro día con solo 330 como verias una sola salida de todos los grupos a la vez.( evidentemente con un circuito de 2 o 1 vuelta)
Iba tan centrado en la competición que ni siquiera cotilleé cuánta gente había en cada salida pero sí me sorprendió tener una única salida para mi grupo, que tenía menos de 80 triatletas.
Está claro que se compite mejor con poquita gente pero de cara a la gestión global de la prueba es mucho más problemática y tiene muchos más riesgo de que se “desmadre” (p. ej. un retraso inesperado lo arrastras en las demás salidas y no tienes margen de maniobra).
Creo que se puede llegar a un compromiso entre salidas de menos de 100 y salidas “al bollo” con 300-400 triatletas y me parece que una cifra razonable en un entorno como p. ej. el de Vigo podrían haber sido los 150-200 triatletas por salida.
Lo que sí me parece imprescindible es lo de que si se hacen salidas, se delimiten claramente en el tiempo como p. ej. en Vigo, no como cuando se hacen con 5 minutos de diferencia o menos aún.
Que aportarías tu al sistema de GE
Es complicado porque dentro de GE tienes a gente muy popular (en pocos deportes puedes estar en Campeonatos “de Nombre” con las facilidades de acceso que se tienen en triatlón) y a gente que tiene un nivel interesante así que los objetivos de unos y de otros son muy diferentes y satisfacer a todos es poco menos que imposible.
A mí siempre me ha parecido que, aunque pese mucho la componente popular de los GE, se debería dar más peso a la otra componente (la de los “sub élite) y levantar un poco el listón para no masificarlo tanto porque no termino de ver el gran volumen de participantes que hay p. ej. un Cto. de España. Lo siento si suena un poco elitoide pero, nos pongamos como nos pongamos, desde el momento que se pone el título “Cto. de España”, debería implicar una serie de “dificultades” que es lo que al fin y al cabo le da el aliciente que no tiene una prueba a la que puedes acceder sin ningún tipo de requisito.
Creo que se está avanzando mucho y que, en general, la mayoría de pasos que se dan van en la buena dirección pero también es cierto que a veces quizá se quiere correr demasiado o pensar más en el popularismo de las medidas que se toman.
No quiero remarcar hechos concretos pero hay algunas medidas de las que se están tomando en los últimos años que sobre el papel tienen una pinta estupenda pero que luego se quedan en nada o, peor aún, que salen rana así que ¿no sería mejor no mencionarla y hacer menos cosas pero garantizar casi al 100% que va a ir bien? Digamos que soy más partidario del poquito a poquito pero con paso firme (en vez de tener que andar rectificando cada dos por tres).
Quien te entrena
Quitando el tiempo de la Blume y un par de años, en triatlón siempre me he autoentrenado.
Es uno de los puntos que tengo en la lista de “para corregir a futuro” y el año pasado ya estuve a punto de entrenar con un buen amigo en quien tengo mucha confianza pero, después de sopesarlo, no terminaba de verme seguro así que preferí seguir por libre.
El motivo vuelve a ser la dependencia de unos horarios que no puedo controlar y que me impedirían casi con toda seguridad seguir un plan de entrenamiento en el que alguien ha invertido mucho tiempo y esfuerzo para decidir qué hacer cada día y, lo siento, pero esa sensación de estar estropeando o tirando a la basura el trabajo de alguien sería mucho peor que lo que sacaría de beneficio así que prefiero apañármelas yo co lo que he aprendido, estudiado, la experiencia que he ido adquiriendo a lo largo de los años, etc.
No obstante, sin duda, si algún día pudiera atar el cabo de los horarios, buscaría el asesoramiento de un entrenador de confianza porque, por mucha disciplina y conocimientos que tengas, siempre viene bien tener esa visión y ayuda externa y objetiva.
¿Como grupo de edad, tienes sponsors ? que consigues.
Me considero bastante afortunado y siempre he tratado de cuidar bastante el tema.
Para mí, la clave es no reducirlo a buscar a alguien para que te de algo sino tratar de ofrecer algo diferente a lo que ofrecen los demás y tratar de colaborar y sembrar, que ya vendrán las oportunidades de recoger los frutos.
Es decir, está claro que un súper crack tiene mucho impacto mediático, que alguien que gana muchas cosas también suena bastante pero, ¿qué coste tiene eso para una marca? ¿A cuántos “normalitos” puedes ayudar con ese dinero dándoles material?
Pero, es más, si vas un paso más allá, ¿y si en vez de pedirlo o que te lo faciliten te implicas un poco más y te ofreces para colaborar hasta donde sea posible probando el material, ayudando a evolucionarlo?
Por supuesto, hay que moverse, trabajárselo y dedicarle mucho tiempo pero ¿acaso no merece la pena ya no sólo por lo que puedas obtener a cambio en especie sino por todo lo que te enriquece eso, la motivación que te da, etc.?
Pues en eso es en lo que intento basarme porque, seamos realistas, mi nivel no es para ir en plan sponsor típico del que suelta dinero pero sí que soy un apasionado del deporte y disfruto como un enano haciendo pruebas, proponiendo mejoras, analizando cosas, etc. así que si encima puedes apoyarlo con un poquito de visibilidad en las competiciones y, sobre todo, con una actitud luchadora hasta la muerte, intentar ser siempre coherente con lo que dices, etc. pues parece que ayuda a que se llegue a un win-win y que algunos decidan confiar en ti.
No me gusta lo de ponerme a enumerar los patrocinadores o colaboradores porque muchas veces no sabes cómo ponerlos, si alguien lo va a interpretar como que pusiste a tal o cual delante del otro, etc. y, sin ninguna duda, tengo muchísimo que agradecer a mucha gente que está siempre apoyándome de muchas formas, sobre todo, depositando una confianza ciega en mí y estando disponibles para cualquier cosa que pueda necesitar de ellos o facilitándome la vida en lo que está a su alcance (esta confianza “casi ciega” que me brindan, para mí, como GE amater, tiene mucho valor).
Por lo tanto, no puedo menos que nombrar a mi club, el C.N. Petrer – Carpintería Metálica La Villa (no tengo palabras para explicar todo lo que hay alrededor de esta gran familia que hay debajo del nombre de este club y una pena que al vivir tan lejos de ellos no pueda ser nada más que una especie de “primo lejano”) y, como no, a gente que me ayuda o que me ha ayudado en algún momento como son KeepGoing, Ciclos Boyer, Viator, Velocite Bikes, Sportique, Champion-System, … Ah, y Record Sport que fue el primero que confió en este menda y que me proporcionó algunas de mis primeras “armas de guerra triatléticas.
Son todos los que están pero no están todos los que son porque hay alguna que otra empresa o personas con las que colaboro o que me ayudan mucho pero que es de una forma completamente desinteresada o que, ni siquiera gustan de salir en la foto pero desde aquí también mi más sincero agradecimiento.
Cuanto gastas al año en hacer triatlón
Uffff… nunca he querido calcularlo de una manera detallada porque hace un montón de años empecé a hacer una estimación para adjuntarla al típico dossier para búsqueda de posibles patrocinadores y cuando iba por la mitad del año, a pesar de no ser ni mucho menos un derrochador ni haber metido grandes gastos, salían unas cifras que empezaban a generarme ese pensamiento de “¿has visto cuánta pasta te cuesta esto?” y decidí parar en ese mismo momento y no volver a calcularlo jamás.
En tema material, siempre intento tener buenas cosas (sin irme a exquisiteces pero siempre buen material) y no soy “adicto a tener lo último” así que digamos que amortizo bien esos gastos y que me merecen la pena.
En cuando a las competiciones, saco bastantes a lo largo del año pero intento hacerlo con cabeza y, en el fondo, como es mi vicio y mi hobby, pues no me duele tanto gastarme el dinero en estos caprichos.
No obstante, como todo el mundo, ni tengo todo lo que querría, ni compito todo lo que me gustaría y en todos los sitios a los que querría ir pero, bueno, digamos que no me quejo.