Un fin de semana de transición, a la espera de las grandes citas.
Este fin de semana varios frentes nos han llamado la atención, uno el Europeo sub23 de Holten que a su vez daba cabida a los jóvenes cadetes. Una potente selección masculina, que estuvo en cabeza en todo momento con la triada Blume, los Hernández y Uxio, y una Tamara Gómez que deja claro que en pruebas en las que se forme un reagrupamiento general en bici, puede ser muy competitiva. También grandes esperanzas en la generación cadete, que pronto se comerán a su generación precedente, condenada a estar a la sombra de los Niños de Oro.
A propósito de estos campeonatos, me gustaría hacer una reflexión con un hecho que me sucedido esta semana, decidi ver un video de principios de los 90 para volver a inspirarme de triatlon puro, en concreto Niza 92, allí un joven de 17 años, Ben Bright aguantó en cabeza con Cordier hasta el km 100 del ciclismo, posteriormente se lo llevaron en ambulancia en el km 3 de carrera. He aquí la reflexión, esa gente y otro que aun están en activo con menos de 20 años competían lo que fuera, ahora en mi opinión hay un exceso de proteccionismo, 300 m- 10 km – 2 km , no lo veo lógico.
Por otro lado el IM de Austria nos dejó un hecho reseñable, mucha gente nueva está llegando al IM, Raelert arrasó, pero muchos nuevos nombres aparecieron y dieron guerra. La distancia se está convirtiendo cada vez más en el refugio de mucha gente buena mermada en el agua, pero que cuentan en los segmentos restantes con una gran calidad, Plese, Colpaert, Swoboda son ejemplo de ello. También a propósito de este IM, parece que las distancias se han ajustado a las reales, y será dificil hacer esos sub 7:50 de otros años.
Dejamos para el final, el inicio triunfal de las Wild Wolf Triathlon Series en Madrid, la prueba deja clara una cosa, se ha creado un nuevo pique Madrid-BCN, Wild Wolf vs Garmin, en 2014 lucharán por el trono de la mayor participación.
Centrándonos en Madrid, este fin de semana, el prototipo de triatleta fibrado y competitivo, dejó paso al triatleta flower-power con sobrepeso. Es otro mundo, y nos encantó ver como disfrutan de acabar un triatlon aunque sea 300-10-2; llevando a toda la familia, haciendose fotos y sin ningún tipo de aspiración escepto la de pasar un buen rato. La gran mayoria solo corren una prueba al año, esta, pero expanden la idea de triatlon a otras personas.