Condenado a dos años y seis meses de cárcel por el atropello mortal de María García Rubio.
Un año y tres meses más tarde del desgraciado suceso que abatió al triatlon español, con la muerte por atropello de la joven María García Rubio, de 15 años, se HA HECHO JUSTICIA.
El Juzgado de lo Penal de Soria ha condenado a Juan Antonio García Molina, conductor del vehículo que atropelló, a una pena de dos años y seis meses de cárcel como autor de un delito de conducción temeraria y otro de homicidio imprudente, fruto del accidente de tráfico en el que falleció la triatleta María García Rubio en agosto de 2013.
Lamentablemente la sentencia aun no es definitiva, pues contra la misma, cabe presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial en el plazo de 10 días.
El fallo se basa en unos hechos que, al menos ya figuran como probados:
J.A García Molina, mayor de edad y sin antecedentes penales, conducía un vehículo el 22 de agosto de 2013 por la carretera N-111 (Medinaceli-Pamplona), en sentido Pamplona, a la altura del punto kilométrico 236.44, en el término municipal de Fuentecantos.
Por el arcén de esta misma vía conducían «correctamente en bicicleta» tanto María García Rubio como una compañera suya, ambas menores de edad. Las dos, según la sentencia, «iban en hilera, en un tramo recto, con perfecta visibilidad y sin ningún vehículo circulando en sentido contrario».
«Al llegar a la altura de las mencionadas ciclistas, Juan Antonio García, que circulaba a unos 100 kilómetros por hora, se desplazó lateralmente hacia su derecha, invadiendo el arcén de la carretera, según su sentido de circulación, impactando con la bicicleta conducida por María García Rubio, que salió despedida a 35,50 metros de distancia», según el texto.
La colisión provocó el desprendimiento de la pieza cubre rueda del turismo, que impactó contra la pierna izquierda de la acompañante de la triatleta fallecida, de acuerdo a los hechos probados de la resolución judicial. «El turismo conducido por Juan Antonio García Molina no frenó, ni hizo ninguna maniobra evasiva para evitar la colisión».
García Rubio, de 15 años, falleció a causa del accidente, mientras que su compañera sufrió lesiones consistentes en erosión y contusión en el tercio medio de la extremidad inferior izquierda y ansiedad. Esta joven requirió para su curación de una única asistencia médica, tardando en curar 40 días, 26 de ellos impeditivos para su actividad habitual, precisando tratamiento psicológico.
El conductor fue sometido a los 46 minutos del accidente a la prueba de detección alcohólica y dio un resultado de 0,20 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Como síntomas externos presentaba, entre otros, los siguientes: «rostro ligeramente enrojecido, un comportamiento exaltado, se apreciaba una cierta halitosis, si bien no es notoria, y una expresión verbal con repeticiones de frases e ideas».
Esperemos que estos hechos no vuelvan a pasar en nuestro triatlon, ni en el deporte en general