Test de personalidad del corredor
Sonia Bejarano nos enseña a conocernos como corredores.
Cada uno de nosotros tenemos una personalidad diferente a la del resto de humanos. Sin embargo a veces se aprecian características comunes.
Nuestra manera de actuar frente a imprevistos, la generosidad en esfuerzos o el cálculo y gestión de cada gramo de energía que gastamos pueden agruparnos en diferentes formas de ser o mejor dicho; de actuar.
El hecho de ser de una determinada manera en una faceta de nuestra vida no significa que nos comportemos de igual manera en el resto. Por ello, podemos ser muy desprendidos a la hora de no escatimar en atenciones y cuidados para nuestra familia y sin embargo no prestar atención a nuestras necesidades y a lo que nuestro cuerpo nos demanda (si es descanso o reposo por enfermedad).
De igual manera, podemos ser extremadamente ambiciosos en nuestro trabajo y no esperar nada de nuestro hobby o al contrario, tener mucho talante y ser sosegados en el ámbito profesional y transformarnos por completo en las competiciones.
¿ Qué clase de corredor crees que eres tú ?
Contestando a estas sencillas preguntas frente a situaciones planteadas, podrás salir de dudas y advertir cuáles son tus rasgos principales.
1.- Si tu entrenador te manda 60´de rodaje fácil:
A. Haces 62´o 65´ o incluso 1h10´para acompañar a alguien ¿Qué más da? Un poco más siempre viene bien.
B. Haces 55´ o 58´. Si haces 50´tampoco te preocupas, total… es casi 1h!
C. Haces 60´sin embargo no te le prestas más atención si ese día te han faltado 30” para completar la hora o te han salido 30” de más.
2.- En plena preparación para un objetivo que te hace mucha ilusión empiezas a sentir una leve molestia:
A. Ignoras su aparición y haces series y rodajes sin decir nada a tu entrenador. Ya desaparecerá.
B. Siempre estas pendiente de cualquier molestia que aparece y paras en cuanto aparece. Dudas de si llegarás a tu objetivo.
C. En cuanto sientes esa molestia hablas con tu entrenador, adaptáis el plan y buscáis entrenamiento alternativo. Además buscas un fisio o médico que diagnostique y/o trate el síntoma.
3.-Empezar fuerte. En los inicios de temporada:
A. Haces más, tu entrenador no tiene ni idea, con lo que manda no llegas ni de broma a tu objetivo.
B. Haces lo que te manda de carrera pero no prestas mucha atención a los complementos como ejercicios de pies o posturales.
C. Cumples el plan y eres meticuloso con los ejercicios de tonificación general aunque alguna vez no tienes tiempo de hacerlos.
4. Estas a 10 días de una gran prueba para la que te has preparado más de 4 meses. Estas en el famoso “tappering”.
A. Como te ha bajado mucho el volumen haces los entrenamientos mucho más rápidos. Tratas además de sumar kilómetros de cualquier manera o te escapas a hacer spining o cualquier otra actividad para desfogarte.
B. Como ya está todo el entrenamiento hecho dejas las sesiones para el último momento del día. Si no te da tiempo no te preocupa, ya está todo hecho.
C. Eres consciente de que hay que rebajar el volumen y descansar pero vas motivado a entrenar y disfrutas de los “días fáciles” que quedan.
5. Previo a una competición (los 2 días antes).
A. Te pruebas a ver qué tal estás, ruedas fuerte o terminas más fuerte o intentas hacer alguna serie y comprobar lo fuerte que te sientes.
B. No sales a rodar. Cuanto más descansado llegues mejor.
C. Sales a hacer un breve calentamiento de 20-30´para sudar un poco y moverte.
6. En un entrenamiento en grupo:
A. Vas más rápido para demostrar que estas fuerte. No quieres quedarte y vas muy por encima de tu ritmo.
B. Les dejas ir desde el inicio pues les das como “mejores” (más rápidos) que tú.
C. Haces el calentamiento con ellos y tanteas las fuerzas. Intentas ir con el grupo pero si vas muy forzado enseguida coges tu ritmo.
7. En un entrenamiento con amigos que tienen otro plan diferente al tuyo:
A. Haces lo que ellos tengan siempre que sea más de lo que te ha mandado tu entrenador.
B. Solo vas si hacen lo que a ti te toca
C. Intentas adaptarte al plan siempre que se corresponda con lo que te ha mandado tu entrenador. En caso de duda le preguntas.
8. En una competición, has marcado una estrategia con tu entrenador y habéis establecido un ritmo orientativo de prueba:
A. Sales muy fuerte. La adrenalina hace efecto y además has salido en un cajón muy retrasado y tienes que recuperarlo. Pasas por la primera mitad de la prueba mucho más rápido de lo marcado pero te encuentras bien y sigues.
B. Sales tranquilo, hay mucha gente y ya les adelantarás. El gps te ha dado un kilómetro 5” más rápido de lo marcado y enseguida reduces la marca aunque te encuentras muy bien y quede menos de un tercio para el final de la prueba.
C. Sales un poco rápido, te permites 500-1000m para ajustar la velocidad debido a que sueles salir con ganas, mantienes el ritmo establecido hasta un 60-70% del recorrido y si a partir de ahí hay fuerzas empiezas a acelerar.
SOLUCIONES
-Mayoría de A.
El Kamikaze o machaca. Eres impulsivo a la hora de entrenar o competir. Sueles marcarte un plan táctico que pocas veces cumples pues tus sensaciones mandan sobre lo establecido y derrochas demasiadas energías en la primera parte del entrenamiento o carrera. Cuando te quieres dar cuenta ya es tarde y pagas al final los esfuerzos iniciales.
Si haces una valoración de tu rendimiento nunca reconocerás haberte pasado de ritmo, argumentarás que te sentías bien. En cuanto a pequeños dolores o inconvenientes que aparecen durante la preparación, sueles obviarlos y seguir con el plan de entrenamiento hasta que no puedes más y hay que parar por lesión. Cuando retomas los entrenamientos no respetas del todo el principio de progresión, en seguida tienes prisas por ponerte en forma y consideras que es poco entrenamiento. Por supuesto, en la época de “tappering” (descanso previo a carreras), te buscas cualquier actividad física donde descargar tu adrenalina.
Ten mucho cuidado si tus rasgos son en su mayoría A, puedes boicotear tus resultados al poner demasiado corazón en tu tarea, emplea un poco más el cerebro en la toma de decisiones.
El entrenador debe tener especial cuidado con estas actitudes; es muy fácil que se pasen de “revoluciones”. Su misión será “desacelerarlos”, intentar que comprendan la necesidad de descansar post entrenamientos duros y previa competición. En carrera puedes intentar quitarle el gps y que se regule el mismo por sensaciones.
-Mayoría de B.
El conservador. Su frase más común es; “la próxima apretaré más”. Suele tener miedo de pasarse con los ritmos y no arriesga aunque no sea un novato en toda regla. El resultado es que llega a meta con una sensación de bienestar pero al mismo tiempo es consciente de que no se ha exprimido. Esta personalidad quiere esforzarse más, sin embargo tiene dudas y debe ir viendo poco a poco que puede con la distancia y los ritmos de las series. Quizás peca de poca confianza en sí mismo o de miedo a sufrir pero conforme aumente su experiencia en este mundo deberá ir rompiendo barreras que antes pensaba imposibles. Date tiempo e intenta ir un poco más lejos de lo que crees, tu cuerpo seguirá a tu mente.
En este caso, el entrenador deberá “acelerar” al corredor. Animarle a ser un poco más ambicioso y que confíe en sus capacidades. Prueba a quitarle el GPS, a veces lo que pensamos que puede servirles de ayuda para controlar lo usan como freno ante el miedo de ver una velocidad a la que no están acostumbrados o piensan que no pueden sostener.
-Mayoría de C.
El equilibrado. Vuelve a realizar el test. Se trata de que señales aquellas respuestas que haces, no las que harías o las que aconsejarías a un compañero. Ya en serio, si la mayoría de tus respuestas son la opción C, enhorabuena! Tienes una actitud muy equilibrada ante el entrenamiento y la conciliación de éste en tu vida.
Tomas decisiones con objetividad y cabeza fría y no te riges en estas decisiones por tus sentimientos y pasiones ( lo que querrías hacer), sino en gran medida por la realidad, por la circunstancia actual y los medios de que dispones. Por supuesto que tienes sueños que quieres cumplir y arriesgas por ellos pero sabes que en ocasiones no puedes ganar todas las batallas y prefieres no hacer alardes en los entrenamientos que no toca.
El entrenador no da crédito a la madurez atlética del deportista, únicamente al alcance de unos pocos.
*Estos rasgos son características muy exageradas de nuestro comportamiento ante el entrenamiento y competición. Todos en alguna ocasión hemos sido machaca, conservador y en muy pocas ocasiones actuamos con una actitud equilibrada.
No he tratado de poner etiquetas, simplemente he intentado que estas notas nos hagan reflexionar sobre nuestra actuación y podamos asumirlas y aprender para tomar decisiones acertadas de manera que nos acerquemos al ideal de encontrar un equilibrio. No te tortures si en ocasiones haces elecciones no acertadas, de esta experiencia aprenderás para el futuro pero sé objetivo y realista con la situación a la que te enfrentas. No te dejes llevar por sentimientos. Si no puedes lograrlo escucha a tu entrenador, él te aportará una visión totalmente neutral y objetiva.