¿ Qué hacer si se cae lesionado ?
Estoy lesionado, ¿y ahora qué?, Sonia Bejarano nos explica.
Si el pasado mes de enero comentábamos la importancia de una práctica deportiva pautada y guiada por el sentido común para evitar lesiones, llega el momento de hablar del “modus operandi” una vez que nos enfrentamos a una.
- Diagnóstico. En primer lugar, debes acudir a un traumatólogo que diagnostique qué tipo de lesión tienes y el alcance de la misma. Este punto es primordial. Sin un diagnóstico acertado cualquier progresión hacia una recuperación será inviable. Ni el mejor de los fisios podrá hacerte mejorar si no actúa en el sentido correcto y es el médico el que debe indicarlo. No escatimes en medios y hazte las pruebas diagnósticas necesarias para desenmascarar al causante. El fisio tratará la lesión y el médico debe diagnosticarla. Cada uno en su función.
- Tratamiento de fisioterapia. En este momento es más importante que el propio entrenamiento y debes sacar tiempo no solo para intentar acortar el tiempo de recuperación si no para que sea una recuperación adecuada (por ejemplo, si es una rotura de fibras evitar adherencias en la cicatriz perdiendo elasticidad el músculo etc). Además del trabajo del fisio seguramente tengas que trabajar por tu cuenta y hacer ciertos ejercicios de fortalecimiento que debes seguir a rajatabla para afrontar con éxito tu empresa.
- Respeta los tiempos. A veces, nuestras ganas nos hacen precipitarnos en la vuelta al entrenamiento e incluso malinterpretamos nuestras sensaciones. Asegura el alta con el equipo médico antes de volver “a la faena” para no “desandar el camino recorrido”.
- Plan de vuelta a entrenar progresivo. Tener el alta médica no significa volver a entrenar como antes de la lesión. La vuelta al entrenamiento es un momento delicado y debe hacerse muy poco a poco. El problema estriba en que, por ejemplo, en la carrera, habituados como estábamos a hacer 10-12 o 15km, correr 30´se nos antoja hacer prácticamente nada cuando significa una carga de entrenamiento importante post lesión. El plan ideal será recurrir a los CaCos (caminar-andar), empezando por tandas de 1´ corriendo con la misma recuperación o más andando, e ir subiendo bien el número de series corriendo, bien la duración de la serie. Este punto tendrás que negociarlo con el equipo médico y tu entrenador.
- Vive el día a día. Aunque tengas previsto un plan progresivo de vuelta al entrenamiento, no significa que puedas cumplirlo a rajatabla pues en una recuperación siempre hay altibajos, con días en los que parece que la lesión no evoluciona. Guíate por tu instinto, sé sincero con tus sensaciones y no trates de apurar el plan para llegar a esa carrera que tienes en mente. Olvídate de los objetivos competitivos y sitúa como único objetivo recuperarte, ese será la tarea primordial.
- Si quieres machacarte que sea sin impacto. En el caso de lesiones que impidieron la carrera, el plan de “re entrada” tiene una doble función de adaptación y “re educación” del pie y la pisada. Cuando retomamos la carrera a pie, debemos entender que éstas, no son sesiones de entrenamiento si no sesiones de recuperación. Si quieres mantener el ritmo de entrenamiento y desarrollo de capacidades continua con las sesiones alternativas (AlterG, elíptica, bici o agua). La paciencia y confianza serán tus únicas aliadas.
- Ante la duda consulta a tu médico y no corras con dolor. En algunas ocasiones, durante la recuperación de algunas lesiones como tendinitis, cuando el paciente retoma la carrera creen que es normal correr con molestias porque otros compañeros han indicado que es así. Sin embargo, me atrevo a puntualizar o matizar la afirmación de que puede ser normal tener molestias en la fase de recuperación sin embargo, esto no significa que debamos seguir corriendo si notamos esas molestias. En cualquier caso, traslada tus dudas a un profesional.
- Cuídate más que nunca. Descansa, duerme y aliméntate adecuadamente para proporcionar a tu organismo todo lo necesario para que pueda afrontar los procesos anabólicos necesarios durante la recuperación/regeneración. Un cuerpo lesionado debe recibir el suficiente aporte energético, proteíco y de calidad a la vez que eliminar en la medida de lo posible fuentes de estress.
- Sigue cuidando hábitos y no te abandones. Con sesiones de entrenamiento alternativo, hábitos nutricionales y de descanso que te facilitarán no solo el mantener la mente centrada y ocupada en una tarea si no también la vuelta al entrenamiento de competición.
- Sonrie!! Estas lesionado, no acabado. La vida sigue, aprende a disfrutar de otras cosas durante este proceso que terminará. No es aceptable el mal humor por un contratiempo pasajero. De lo que das recibes así que el buen humor será tu mejor aliada para lograr una estabilidad momentáneamente desestabilizada.