Pablo Cabeza: No solo consiste en machaquismo
Aparte de entrenar hay otras cosas
Triatlón es un deporte de resistencia. Afirmar esto hace años, en los albores de nuestro deporte, podría haberse considerado una realidad de perogrullo. Una realidad que ni siquiera ahora nadie se atrevería a cuestionar; de resistencia y de fuerza, (de fuerza resistencia) e incluso en determinadas facetas hasta de fuerza velocidad.
Nos preocupamos, como triatletas con objetivos competitivos, por trabajar extensivo e intensivo, rastrear nuestro “umbral” en los tres segmentos y con trabajos específicos buscar mejoras, incrementar nuestros niveles de fuerza, la elasticidad, velocidad terminal, potencia aeróbica máxima, promoviendo la recuperación a posteriori con el descanso adecuado y la ergogenia. Acumular y acumular para crecer deportivamente pero… hasta dónde?
Olvidamos en la vorágine de intervalos, tiradas largas ó búsqueda de la aerodinámica, que el factor principal de la condición deportiva y la progresión deportiva es la técnica individual. La técnica en cualquier disciplina deportiva es la plataforma sobre la que se asienta la progresión dilatada y la longevidad deportiva.
Se detecta desde siempre en nuestro deporte la obsesión por el incremento brusco de la carga, sin atención alguna al principio de la progresión ó de las leyes biológicas si hablamos de los más jóvenes; un abuso temprano de altos volúmenes ó intensidades , de cargas impactantes no debidamente planificadas, pautadas ó compartimentadas en el proceso evolutivo deportivo, tan solo por imitación, lecturas, costumbres ó dinámica de grupeta.
Si atendemos al factor físico en exclusividad, las mejoras serán rápidas con solo incrementar la carga… pero también los cimientos se resienten, y en poco tiempo suele ser habitual el abandono ó el hastío, cuando se toca techo prematuramente, ó aparecen las lesiones por una mala gestión de los recursos del deportista.
Una evolución fundamentada en la gestión progresiva de las cargas, sin prisa en la consecución de resultados y una atención primordial a la educación del gesto técnico, muy importante en una modalidad multidisciplinar, con atención especial igualmente a la condición física, proveerá del mejor capital para la progresión correcta y la longevidad deportiva.