Un HdP de 87 años anda suelto por las carreteras astures
Un padre y su hijo triatleta arrollados por un conductor alcoholizado
Este fin de semana en Asturias, unos amigos personales nuestros, han sido arrollados mientras entrenaban.
El chaval, compañero en algunos entrenamientos de mi hijo, estaba preparando el Campeonato de España de Banyoles, y su padre le acompañaba.
Fue en Asturias, en una carretera nacional entre Pola de Siero y Oviedo con un arcán muy ancho y alta visibilidad, sobre las 4:30 de la tarde.
Fueron embestidos por detrás por un coche, impactando directamente contra el padre, que en la caída se llevó al hijo por delante. Afortunadamente han salvado la vida.
El conductor de 87 años iba alcoholizado. Según nos han comentado las víctimas, una vez se produjo el atropello, con el padre en el suelo medio inconsciente, el conductor salió del vehículo y les dijo que no hacía falta hacer parte de accidente porque eso no era nada, que se levantaran y se fueran a casa.
Afortunadamente un coche de la policía local pasaba en sentido contrario y vio el panorama, pudiendo interceptar a asesino. Después llegó la guardia civil y levantó atestado, dando positivo el conductor en la prueba de alcoholemia.
El padre despertó en la ambulancia, mientras que la Guardia Civil no se quiso hacer cargo de las bicicletas, una de ellas reventada. El chaval de 17 años, pudo llamar a un furgón taxi para que las recogieran.
Los dos fueron trasladados al hospital en Oviedo, el chaval tiene un corte que necesitó de puntos y fuertes golpes, mientras que el padre tenía fractura de tibia y fuertes golpes.
Ahora veremos que pasa que el asesino, con 87 años no sabemos si irá a la cárcel. Primero conducir a esa edad ya es una temeridad enorme, pero hacerlo borracho es buscar el asesinato de quien se les cruce por su camino.
Estas cosas afectan más cuando conoces directamente a las víctimas. Creo que la DGT en lugar de invertir en radares claramente recaudatorios, que incluso lo que hacen es provocar más accidentes por frenazos imprevistos, debería incrementar y mucho los controles de alcoholemia.
Seguramente que los que nos estáis leyendo, habréis notado que cada vez hay más gente que conduce bajo los efectos del alcohol, medicamentos o drogas, haciendo cosas cada día más raras mientras conducen.
Con más controles y penas más fuertes, no hablo de cárcel sino de embargos directos de bienes para pagar la multa y a las víctimas, la DGT no solo recaudaría más, sino que limpiaría las carreteras de asesinos.