Cómo llegar al repico del pico
La llegada de objetivos, abre esperanzas competitivas a los triatletas
Esta temporada será para todos los triatletas la más rara de su vida. A nivel nacional, ya de por si era una temporada distinta antes del Covid, pues la temprana fecha del Cto de Europa de Duatlon, hizo que muchos duatletas tuviesen que adelantar el estado de forma a febrero. También otros que buscaban su IRONMAN a finales de marzo habían llegado al pico de forma antes del encierro.
Sin embargo el Covid lo modificó todo, fechas de gran incertidumbre, en las que unos, siguieron como si en mayo tuvieran que tener su pico de forma y en las que otros optaron por un trabajo de mínimos aunque sin parar, pues ya llegaban de un descanso apenas 3 meses atrás.
Con el devenir de los acontecimientos, los objetivos están ya en el punto de mira, con fechas que si bien ninguna es segura al 100% ya están con un alto grado de probabilidades. El panorama se presenta variopinto.
Todo indica a que en julio podríamos tener el primer Cto de España, el de duatlon y triatlon cros en Almazán, donde un selecto grupo de triatletas tendrán el privilegio de quiterse el mono, estos si que tendrían que acelerar el proceso de ponerse a tope.
Un mes más tarde en agosto podremos tener tres citas mas, muy interesantes, más o menos en la misma fecha, una La Rioja, un MD de tipo nacional, y El Challenge The Championship Samorin, la primera oportunidad de correr un Mundial del año y el Embrunman, prueba de full distance.
Para este primer bloque de pruebas, quien más quien menos ya viene con base en bici, con lo que sería el segmento que menos trabajaríamos, aunque sin descuidarlo, dependiendo del trabajo que hayamos hecho en el encierro, podríamos ir haciendo toques de calidad con alguna salida larga polarizada a muy baja intensidad.
Lo realmente complicado será la natación, para ello tener aguas abiertas será fundamental, pues con los problemas que están poniendo a las piscinas, será muy complicado hacer entrenos de calidad en una piscina incluyendo las comunitarias.
En este sentido el mayor consejo es que a la mínima que se tenga una oportunidad de tocar agua en una piscina, vayamos al grano y hagamos entrenamientos cortos, porque parece que con las restricciones de tiempo no quedará otra, pero intensos. La otra recomendación es hacer del mar, lago, rio o pantano una piscina.
Otro aspecto muy trabajado ha sido la fuerza y el core, con lo que ahora habrá que darle menos importancia.
Finalmente el otro aspecto a trabajar mucho, es el de carrera a pie, pues la mayoría no ha tenido una cinta de correr en casa. Aquí si que es conveniente trabajar la base, salidas largas de muy baja intensidad incluso con cacos en las primeras semanas, por lo menos 5 o 6 semanas. Hay que tener en cuenta que consumidadas esas 5 semanas, en el mejor de los casos tendríamos 3 semanas para la primera competición, que será muy limitada a participantes. Después si que hay que meter series de forma progresiva pero sin prisas pues salvo las carreras que hubieran en agosto, el grueso del calendario tiene pinta de concentrarse en septiembre y octubre.
En definitiva, con un pico o medio pico que ya teníamos en los principios de marzo, y teniendo en cuenta que para el 80% de los triatletas las competiciones se concentrarán en septiembre y octubre, sin opciones de testarse en carreras alternativas de ciclismo, aguas abiertas y running, ponerse en la mejor forma de la temporada está a 4 largos meses vista. En ellos nuestro consejo es ir muy despacio, pero mucho, marcar unos test cada cierto tiempo y controlar que vas en el buen camino.
Recitales ahora sin pies ni cabeza pueden pasar factura, y además prácticamente todos llegarán con una super base a agosto que permitirá que con 3 semanas de calidad lleguen sobrados al pico.